|Reseña - Electromagnetismo: De la ciencia a la tecnología|
DATOS GENERALES DEL
PARTICIPANTE:
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Categoría: A. Resumen o Reseña.
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Nombre: Sánchez González David.
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Fecha de Nacimiento: 25/07/2003
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Teléfono: (+52) 7151074360
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Correo electrónico: davison.301@gmail.com
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Nombre de la escuela: Centro de
Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios No.162 “Lázaro Cárdenas del
Rio”.
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Dirección de la escuela: (calle, número,
colonia, alcaldía o municipio, entidad federativa, código postal)
FICHA BIBLIOGRAFICA DE LA
OBRA:
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Autor(es): Braun Eliezer.
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Titulo del libro: ELECTROMAGNETISMO: De la
ciencia a la tecnología.
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Editorial: Fondo de Cultura Económica.
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Lugar: México
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Año: 1998
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Número de Páginas: 168 paginas
Electromagnetismo:
De la ciencia a la tecnología – Reseña
El
libro “Electromagnetismo: De la ciencia a la tecnología”, fue escrito por el
Dr. Eliezer Braun es doctor en Matemáticas y Ciencias Naturales, por el
Instituto Lorentz de la Universidad de Leiden. Algunas distinciones que ha
obtenido a lo largo de su carrera, son: Premio de Ciencias de la Academia de la
Investigación Científica (1978), Reconocimiento otorgado por la UNAM (1982),
Premio a la Docencia, División de Ciencias Básicas e Ingeniería, UAM-Iztapalapa
(1997). Actualmente, es profesor de tiempo completo en el Departamento de
Física, División de Ciencias Básicas e Ingeniería de la Universidad Autónoma
Metropolitana Unidad Iztapalapa. La obra fue publicada por el Fondo de Cultura
Económica, con un contenido que consta de 168 páginas y 32 capítulos. El titulo
fue organizado en uno de los 250 títulos de la colección “La Ciencia Para
Todos” (siendo el titulo No.112), publicada por el Fondo de Cultura Económica.
El
libro contiene una muy buena presentación, como es de esperarse de una
colección de libros de basto reconocimiento. La portada del escrito es
llamativa para los estudiantes porque contiene algunos artefactos que han sido
descubiertos por personajes importantes de la historia científica, por ejemplo,
el medidor de cargas por Coulomb. La sinopsis del mismo, es interesante por sus
breves menciones históricas que provienen del texto del libro. Dentro del contenido interno del libro,
cabe mencionar que está constituido por 32 capítulos, en general, los capítulos
contienen una estructura llamativa para el lector; algunas veces puede ser un
conjunto de capítulos los que contienen una pequeña reseña acerca de alguna
mención histórica del tema que contienen. También, hay que reconocer los apoyos
visuales que contiene, ya que, sirven de mucho apoyo al momento de leer. En
disminuidas palabras, puedo decir que el libro tiene un aspecto externo
llamativo y su estructura es correcta.
La
historia registra a Tales de Mileto (filósofo y matemático que vivió hace unos
2600) como el primero que hizo experimentos sobre la electricidad y se menciona
realizarlos era curiosidad.
Un
científico francés François du Fay concluyo mediante un experimento que, dos
materiales idénticos se repelen cuando son cargados eléctricamente igual, es
decir, cargas iguales se repelen. Una década después Benjamín Franklin descubre
las cargas positivas y negativas, realizando el mismo experimento de Fay.
No
fue hasta el año 1785, que el ingeniero militar francés Charles Auguste Coulomb
pudo medir con bastante precisión las características de las fuerzas entre
partículas eléctricamente cargadas. Para ello utilizó un péndulo de torción que
consistía en una barra sujeta por alambre en sus extremos. Cuando alguno de los
extremos experimentaba una fuerza el alambre se torcía.
El
primer registro de la aplicación del imán fue por un Matemático chino, Shen Kua
quien fue el primero de escribir acerca de la brújula.
Tiempo
después en el año 1600 el inglés William Gilbert, publico un famoso tratado, De magnete, en el que comprendió el
conocimiento que se tenía sobre los fenómenos magnéticos. Tuvo un papel
importante pues gracias a él se pudo saber que la brújula se atrae por polos.
Tiempo
después el primer avistamiento que se tiene de la relación entre electricidad y
el magnetismo fue por el profesor Hans Christian Oersted, inició en 1807 sus
investigaciones de la electricidad en la aguja imantada de la brújula. Sus
investigaciones y pruebas fueron fallidas y aunque se creía eran ciertas, no
lograba que sus experimentos funcionaran por la poca carga que utilizaba. Un
día en una clase con sus alumnos tuvo la idea de usar la corriente eléctrica de
uso común, y así, al fin había funcionado su experimento.
Después
de esos acontecimientos Oersted publica en un folleto sus experimentos y
pruebas, las cuales, fueron reproducidas en muchos lugares en uno de ellos
estuvo presente el científico francés François Arago. Él reporto a su academia
lo que había observado en Ginebra, los miembros de la academia se convencieron
de los resultados hasta ver una presentación en persona, fue presentada el 11
de septiembre. En la sesión estuvo presente fue André-Marie Ampere, amigo de
Arango.
Después
de haber presenciado esa presentación, Arango comenzó a hacer sus propias
investigaciones acerca del tema, se dio cuenta que Oersted no tomó todas las
condiciones en cuenta, así que, realizo un experimento en donde fuera
neutralizado el magnetismo terrestre. Tiempo después presento su experimento a
la Academia el 18 de septiembre; las hizo hasta el 2 de noviembre y en cada
ocasión anuncio nuevos resultados. Los descubrimientos de Ampere tuvieron mucha
repercusión tiempo después.
Los
experimentos de Ampere se difundieron por todo el mundo y llegaron a los ojos
de un joven inglés, Michael Faraday, quien fue inspirado para interesarse por
los fenómenos eléctricos gracias a Oersted y Ampere. El joven publicó su primer
trabajo científico en 1816. Faraday inicio una serie de experimentos en 1825,
con propósito de observar si podía obtener electricidad en base al magnetismo.
Al haber obtenido muchos intentos fallidos llegó a su primer indicio que lo inspiró
a realizar su propio experimento.
En
1825 se descubrió el primer electroimán por el inglés William Sturgeon, quien
enrolló alambre conductor a hierro dulce en forma de herradura y era accionado
por una batería, así, podía magnetizarse el hierro y levantar hasta 20 veces su
tamaño.
Tiempo
mas tarde surge la creación del primer telégrafo eléctrico, que su construcción
estuvo en manos de Joseph Henry en 1829, también, en esta creación tuvo un gran
impulso el estadounidense Samuel Morse, él invento un código para el telégrafo.
Éste primer telégrafo tuvo aplicaciones para transmitir mensajes a distancia.
Entre
los años 1845 y 1870 se dio a la tarea de modificar generadores y motores
eléctricos para mejorar su funcionamiento, al inicio de la creación de estas nuevas
invenciones se tuvieron fallos, pero gracias a los personajes Zénobe Theophile
Grame, Thomas A. Edison, Charles Brush, se llegó a su conclusión.
Después
de estas invenciones tuvo su llegada el teléfono, su inventor oficial es
Alexander Graham Bell, él tuvo las primeras ideas para la realización de este
aparato extraordinario, el 14 de febrero de 1876 solicitó su patente del
teléfono, horas después Elisha Bell presentó un documento donde ella pudiera
perfeccionar las ideas de Bell, el documento fue aceptado con la condición de
que lo presentara tres meses después.
La
idea de Bell fue inventar un dispositivo que transformara las ondas de sonido
que se emiten al hablar y que por variaciones de corriente eléctrica pudieran
llegar al lugar receptor mediante un cable, en el receptor tendría que haber un
receptor que convirtiese la electricidad en sonido.
Para
seguir comprendiendo el tema es necesario recabar que una onda es una
perturbación que se propaga en un medio.
Un
alumno del científico Faraday, Clerk Maxwell es considerado uno de los
científicos con más imaginación del siglo XIX. En el año de 1873 publicó la
obra Tratado de electricidad y magnetismo,
en la que presentó una síntesis del tema. En ella presentaba una serie de
ecuaciones conocidas como las ecuaciones
de Maxwell, que tenían como base física los descubrimientos de Oersted,
Ampere, Faraday, etc.
Mas
adelante en el año 1884 Heinrich Hertz, profesor de la Escuela Politécnica de
Karlsruhe, en Alemania, se interesó por la propuesta que Maxwell hacía. Él la
reformuló e hizo más cortas y sencillas las ecuaciones. En ese mismo año Hertz
pensó en la forma de generar y detectar en un laboratorio las ondas
electromagnéticas que Maxwell había predicho. En 1887 construyó un radiador de
ondas electromagnéticas y tiempo después un detector de ondas electromagnéticas
Una
vez que Maxwell predijo la existencia de ondas electromagnéticas y fueran
comprobadas por Hertz, se estableció una forma de emitir estas ondas, esto se
logró gracias a conectar una varilla con electricidad alterna por ambos lados,
el conectarla así provocaba que sus electrones viajaran de un lado a otro
aumentando su velocidad y generando ondas electromagnéticas. A este
descubrimiento de le llamó “antena emisora” y tiempo después surgió la antena
direccional.
Después
de estos descubrimientos de la naturaleza de las ondas electromagnéticas por
Hertz, se tuvieron que realizar investigaciones para descubrir sus diversas
propiedades. Nicola Tesla mediante sus experimentos con descargas de alto
voltaje y frecuencia, creo su Bobina de Tesla que fue influyente para que en
1894 William Crookes publicara sus bases para el uso de ondas electromagnéticas
como medio para transmitir ondas telegráficas a través del espacio, sí, esto
era sin cables.
En
1804 el ingeniero italiano Guglielmo Marconi, leyó la biografía de Hertz y
comenzó a trabajar con la idea de usar las ondas electromagnéticas para
transmitir señales, construyo los aparatos mencionados por Hertz con sus
propias modificaciones. Después de las pruebas de sus inventos logro que
enviaran ondas electromagnéticas a un par de kilómetros. Marconi ofreció sus
invenciones al gobierno de Italia, pero gracias a su tardanza Marconi los
ofreció en Inglaterra donde en 1886 obtuvo sus patentes. Marconi fue
cuestionado por algunos científicos por el hecho de que las ondas se
transmitieran en línea recta, Marconi hizo experimentos y logró hacer que
fueran guiadas alrededor de la tierra conectando un cable a tierra. El
ingeniero fue avanzando en sus investigaciones y agrandando los alcances de
envío de las ondas. Una vez que logro transmitir una señal trasatlántica, formó
de inmediato una pequeña compañía con el fin de explorar su invento.
Una
vez que se tuvo la posibilidad de enviar señales telegráficas, voz y música a
través del teléfono, surgió en 1884 el alemán Paul Nipkow quien solicitó una
patente para un sistema de televisión que denomino “telescopio eléctrico”. Este
aparato era en esencia un dispositivo electrónico que utilizaba una fotocelda
para transformar luz en corriente eléctrica. La imagen del artefacto no tenia
detalles. Algunos artefactos parecidos se hicieron hasta 1930 sin éxito.
En
una reunión de la Sociedad Roentgen, efectuada en Inglaterra en 1911, el
ingeniero eléctrico A. A. Campbell Swinton presento un sistema de televisión
que consistía en no utilizar una placa hecha de un material conductor dentro de
un tubo de rayos catódicos, este sistema es el que aún se utiliza actualmente.
En los últimos años se han llevado acabo esfuerzos
de investigación. Desde la década de 1970 se construyen pantallas de cristal
líquido, su tecnología se radica en que si se hace pasar corriente eléctrica
por el vidrio este cambiaria su color por donde pasó la electricidad. En
cambio, las pantallas planas tienen varias ventajas sobre las tradicionales. La
primera es que no necesitan demasiado espacio, por la eliminación del cañón
electrónico; otra es que funcionan con menos energía.
Lo
primero que tengo que mencionar acerca de este escrito, es que te atrapa en su
lectura. La base para la comprensión de todo el texto es su contenido
histórico, pues, gracias a él podemos entender un poco más el desarrollo y las
relaciones del tema. Todos los fragmentos que contienen historia son coherentes
y tienen un orden cronológico, es decir, avanza desde el inicio hasta la
actualidad. El contenido del libro, puede llegar a llamar la atención y atrapar
a muchos de los lectores como, amantes de la ciencia, personas que les guste la
historia, etc. El estilo de este libro me recuerda a los libros de texto
escolares, porque inicia desde las bases para entender todo el tema y se
desarrolla con cosas mas complejas, y dentro del proceso de lectura de las
bases y el desarrollo, te lleva a tener un gran aprendizaje teniendo la
posibilidad de llevarlo a la práctica. Un gran punto a favor del texto es su
buena ortografía, ya que, algunos textos que he leído anteriormente contienen
algunas faltas a su ortografía, obviamente los culpables no son los autores sino
las editoriales que los publican.
La
opinión personal que le doy a este libro es positiva, la lectura la disfrute
mucho porque su amplia historia llamo mi atención, así como sus ilustraciones
de apoyo, pues tuvieron influencia en mi comprensión. Cabe decir que tuve que
hacer algunas pautas voluntarias al instante de hacer mi lectura, ya que,
aunque el tema del libro es de mi interés no es mi habito la lectura y me
costaba leer paginas continuas. Como mencione, el género científico es uno de
mis favoritos, es por ello que le tome más interés a la lectura. El
libro tuvo un impacto afable en mí después de concluirlo, pues, tuve una
amplificación dentro de mi conocimiento científico. Con todo lo anterior,
recomiendo ampliamente este título, ya que, me parece que su contenido expande
el conocimiento histórico de una persona acerca de la ciencia, así como el conocimiento
práctico y educativo… Sin duda es una de las mejores obras que han pasado por
mi lectura y comprensión.
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